Maloclusión significa, literalmente, «Mala mordida». Durante los primeros años de vida, algunas personas no desarrollan sus maxilares y dientes de forma ideal, empleándose el término maloclusión para referirse a dientes girados, desalineados y que no se relacionan de forma correcta con los dientes antagonistas y aledaños.
Una maloclusión puede deberse a traumatismos en dientes, maxilares o huesos de la cara, además de ciertos hábitos como la succión digital, los chupones, biberones, entre otras muchas causas. La succión digital, como hábito, puede ocasionar una deformación localizada en el hueso de soporte de los dientes delanteros, en este caso es recomendable erradicar el hábito antes de que cause problemas más complejos.
La maloclusión no es una enfermedad, se le considera como una variante de la posición normal de los dientes. Sin embargo, es importante precisar que la maloclusión puede ejercer un efecto negativo sobre el contorno facial y la sonrisa, lo cual puede conllevar a problemas de autoestima e incluso depresión. La maloclusión también puede mermar la eficacia masticatoria y producir problemas en las articulaciones mandibulares.